Me prometiste todo, pero no me diste nada
me hiciste esperar el cielo y abrazar cada nube
con la ilusión de lograr subir de una en una
hasta acariciar tu alma en el paraíso
Ahora aun lloro sobre tu sepulcro
el lugar donde el desamor te enterro
mis lágrimas cayeron como cristales
que cortaron brutalmente mis mejillas
solo la calidez del sol las hizo secarse
y la claridad de su luz me hizo despertar
Tu infamia, tus mentiras, me envenenaban
mi corazón se rompió con tus ataques
pero la pureza del espíritu de la sabiduría
con su sagacidad no lo dejo morir
Se han encarnado en muchos ángeles incautos
que al tocar mis lagrimas las convertían en miel
que suavizará este semblante salino
gotas de néctar que endulzan mis labios
con la respuesta de por que ¡tenia que matarte,
desaparecerte de mi vida quitarte mi querer!
Esas lastimeras y húmedas amigas me acompañaron
para limpiar mi dolor , para expulsarte de mi cuerpo
para lavar tus caricias con cada lagrima y desterrarte
y se convirtieron en ámbar que atesoran otros
Tus promesas se volvieron ficciones
las memorias que te presentaban se hicieron pesadillas
las heladas rosas que guarde en el closet
secaron consigo el amor con el que las recibí
Las flores dolientes y sus pétalos disecados
cantaban marchitas ¡el amor murió!
día y noche desde el closet susurran la pena
Pero ya no escucharé más sus sollozos
por que otra voz me llama a su sueño
mi misión término contigo mis alas te han liberado
ahora debo ser el ángel de alguien mas.
Gissell Esq. (Orquidea)
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